viernes, 25 de marzo de 2011

Guía de lectura Nº1: "LA COMUNICACIÓN ESCRITA"

En base a las consignas dadas por el profesor en la clase del 17 de marzo, se debe realizar un texto, a partir de la bibliografía de la cátedra (Alvarado, M. y Yeannoteguy, A. (2000). “Cap. 2: La comunicación escrita”, en La escritura y sus formas discursivas. Eudeba, Bs. As. (Pág. 19-35).) que contenga 5 puntos importantes:
  1. Principales características de la comunicación oral y de la escrita. 
  2. Esquema de comunicación oral de Roman Jakobson, dando un ejemplo donde aparezcan todos los componentes de ese esquema. 
  3. Relación del emisor y el receptor en la comunicación escrita.  
  4. Definición de código, según los autores. Aportes principales de los 4 códigos entre escritor y lector en la comunicación escrita. 
  5. Relación del mensaje escrito respecto de la lectura del mismo. Tomar una postura crítica, opinando acerca de las diferentes teorías sobre la lectura del texto escrito.
La comunicación escrita VS La comunicación oral:
Por un lado, se puede decir que en la comunicación oral existe una retroalimentación, un feed-back propio de la interacción, donde un gesto por parte del receptor basta para que el emisor rectifique el mensaje para adecuarlo al interlocutor. La comunicación escrita por el contrario es una comunicación diferida y a distancia. No hay feed-back, el lenguaje solo debe hacerse cargo de la eficacia comunicativa del mensaje.
Por otro lado, la comunicación escrita tiene mayor riqueza léxica y una sintaxis más completa, producto del tiempo que tiene el escritor para leer, releer y corregir el texto. Controla su propio discurso, tiene más tiempo para pensar lo que escribe, elegir los términos mas apropiados. Y está sujeto al ritmo de la interacción.

Para poder entender mejor la comunicación escrita podemos partir del esquema formulado por Roman Jakobson, graficado a continuación, donde se pueden ver los componentes de tal esquema: 
Esquema de Roman Jakobson

  • El mensaje: que se emite 
  • El emisor o destinador: quien emite el mensaje 
  • El receptor o destinatario: quien recibe el mensaje 
  • El canal o contacto: medio físico por el cual se emite el mensaje 
  • El contexto: al que hace referencia 
  • El código: en el cual se expresa, la lengua común a ambos.
Para poder comprenderlo mejor, se puede ejemplificar de la siguiente manera:

El noticiero del mediodía (EMISOR) de canal 13 (CANAL) da el pronóstico del tiempo (MENSAJE) a la señora que lo está mirando (RECEPTOR) para saber cómo salir vestida a la tarde (CONTEXTO), al hablar de grados Centígrados y no de grados Fahrenheit o Celsius, el mensaje llega correctamente porque el periodista y la señora manejan el mismo CÓDIGO.

La relación entre el emisor y el receptor de este esquema en la comunicación escrita es distinta al de la comunicación oral, ya que en la primera no el emisor no tiene presente al receptor, con lo cual debe “construir” con datos de la realidad un receptor modelo, éste es en ese proceso un “lector virtual”. Del mismo modo el lector no tiene frente suyo al emisor (escritor) para poder formularle preguntas, no hay un ida y vuelta (feed-back), con lo cual ambos imaginan a su interlocutor, ya que los dos leen-escriben en determinadas circunstancias.


Ante la relación entre el emisor y el receptor en la comunicación escrita, se hace una reformulación del modelo de Jakobson donde el código único del esquema original pasa a ser una multiplicidad de códigos. Para entrar más en el tema, comenzaremos con una definición de código propuesta por los autores del capítulo: “Un código es un conjunto ordenado de conocimientos compartidos que se activan en el intercambio; tanto al escribir como al leer.”



A partir de esta reformulación se establecen 4 tipos de códigos, que se explicaran a continuación. 
  • El código sociocultural: abarca los conocimientos acerca del mundo que el escritor y el lector tienen y que pueden porvenir de la experiencia directa o de otros textos. Este código provee los marcos de referencia para la escritura y la lectura, los referentes sobre lo que se escribe y se lee. Al escribir el escritor tendrá que imaginar el marco de referencia de su lector y decidir qué informaciones tiene que explicitar y cuáles no.
  • El código ideológico: contiene los sistemas de creencias y de valores que manejan tanto el escritor como el lector y que proyectan sobre los textos que leen o escriben. Se incluyen tanto los sistemas interpretativos más institucionalizados (las teorías) como las creencias que forman parte del “sentido común”.
  • El código retórico: conocimientos que tienen los hablantes acerca del discurso, de los distintos usos del lenguaje, la comunicación, en las distintas esferas de la actividad, se da a través de géneros o tipos de enunciados que comparten características temáticas, de estructura y estilísticas.
  • El código lingüístico: conocimientos acerca de la lengua que tienen los usuarios, desde la fonética hasta el conocimiento léxico y el gramatical. En el caso de la lengua escrita, se agrega el conocimiento de la ortografía.

En cuanto al texto propiamente dicho, hay tres teorías que rondan en torno a esto.



Por un lado, la TEORÍA A, dice que el texto es el producto de la actividad del escritor y que por esto, es él quien le da el sentido al texto. Y que el lector debería ajustarse a este sentido, es decir a la interpretación del mismo.





Por otro lado, la TEORÍA B, afirma que no hay un texto único ni un sentido fijado para siempre, que sólo existe un “artefacto” desprovisto de sentido hasta que sea leído, recién en ese proceso se convierte en texto. Para esta teoría, el texto no leído, no existe. 



Pero en el medio de estas dos teorías, nos encontramos con una tercera, que es la TEORÍA DE UMBERTO ECO, donde plantea que el texto debe ser entendido como una construcción compartida entre escritor y lector, como fruto de la “cooperación” entre ambos. Eco afirma que el texto está incompleto hasta que la actividad del lector le da sentido. El escritor inscribe en el texto un programa de lectura, pensando en un “lector modelo” para su texto. Cuando el texto es leído en una situación determinada, por un lector concreto, ese lector actualiza el programa de lectura desde sus propias competencias, que nunca coinciden totalmente con el modelo de lector propuesto por el texto.



A modo de conclusión y de cierre del texto, creo y considero desde mi punto de vista, que la teoría sobre el sentido de los textos, debería ser una fusión entre las tres planteadas anteriormente, ya que opino que si bien inicialmente el sentido se lo da el escritor cuando piensa en el “lector virtual”, también se lo termina de dar el lector cuando lo lee, y no es el mismo sentido el que le puede dar si lo lee en un momento X de su vida, que si lo lee en otro momento o bajo otras circunstancias. 




Un claro ejemplo, y citándolo desde mi experiencia personal, es el libro de “El Principito”, ya que no es la misma interpretación que se le da si se lee a los 10 años, que si se lee a los 23, y no debe ser el mismo que se le debe dar a los 40. 





"Más libros, más libres" Enrique Tierno Galván


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