martes, 15 de marzo de 2011

¡Volver a empezar!

Como todo comienzo trae nervios y más cuando uno llega tarde por culpa del trabajo y del colectivo que tarda horas, te sentís nervioso, que le estás faltando el respeto al profesor, y más cuando estás por entrar al aula y te encontrás que el profe ya está hablando y tenés que entrar e interrumpir la clase, pero cuando te das cuenta que el profesor es Alberto, esos nervios y todo se te va enseguida, no porque no sea respetable ni mucho menos, al contrario, sino porque al ya conocerlo de otra cátedra, te sentís como en casa.
Así empezó mi primer día de clase, mi vuelta a clases con Harari, mi nuevo año en la UP, mi ciclo lectivo 2011. Lleno de expectativas, proyectos, metas para alcanzar, y con las ganas de siempre, porque AMO lo que estudio.
Somos un grupo chiquito, pero como la frase lo dice, "lo importante no es la cantidad, sino la calidad" y hay mucha. Lo bueno de ser un grupo de 11 personas, 12 con el profe, es que nos podemos conocer más, ayudar más, e interactuar más también. Y eso también hace que nos sintamos más en confianza y más como en casa.
La clase pasó volando, entre presentaciones personales, charlas con el profe, cuestiones académicas como inasistencias, llegadas tarde, fechas de presentaciones de los trabajos, etc. Cuando nos quisimos acordar eran ya las 20.40 Hs. y todavía estábamos en clase, el tiempo se había pasado volando y nadie se había dado cuenta. Así salimos al break y a las 9 ya estábamos todos en el aula, para la última parte de la clase.
Con una breve pero interesante introducción acerca de los tildes en palabras Agudas, Graves y Esdrújulas, nos introdujimos en un ejercicio grupal que realizamos en clase y constaba de, a partir de un texto dado por el profesor, en parejas, marcar todos los tildes, que por accidente alguien se había olvidado de escribir, siguiendo esta misma regla ya mencionada anteriormente. Así concluyó nuestro primer día de clases, corrigiendo juntos el trabajo asignado, y por suerte, me dí cuenta que lo que enseñan en la escuela, muchas veces sirve, y no se olvida, yo de los tildes no me olvidé, y aprendí. A mi compañero y a mí no nos fue tan mal, tuvimos pocas diferencias con el total, lo cual a uno le pone contento.
Y para terminar, nos dió esta tarea, la de hacer un blog y contarles todo lo que vemos en la clase y cómo lo vivimos. Teniendo que poner una presentación personal y marcar los distintos signos de puntuación con otro color.
¡Hasta el próximo jueves, con más Comunicación Oral y Escrita para todos!

1 comentario:

  1. ¡Excelente reseña! ¡Felicitaciones! Quedan algunas palabritas por tildar, intentá encontrarlas.

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